3. ¿Plantas como personas?
Preguntas propuestas:
El libro de Wohlleben termina con una inquietante conversación sobre la manera en que seres vivos no-humanos han sido sensibilizados dentro del imaginario popular, lo que ha llevado a la extensión de ciertas responsabilidades políticas y éticas ante estos seres dentro de nuestras comunidades. A partir de nuestra conversación sobre las plantas como seres sensibles y sociables, nos podemos preguntar: ¿Qué significa que las plantas puedan ser consideradas "personas" no-humanas? ¿Cómo esta extensión de la categoría de "persona", podría llegar a reformular las relaciones de poder entre los seres humanos y no-humanos?
De igual manera, Marder, leyendo a Nietzsche, plantea una serie de preguntas que quisiéramos explorar: si una planta está en constante cambio, multiplicación, y crecimiento ¿dónde empieza y termina su forma? ¿Cuándo y dónde se define la singularidad de la planta? ¿Puede haber identidad en la multiplicidad? Nosotros nos preguntamos, ¿existen plantas cuya identidad se define a través de la plasticidad de la forma? ¿Qué hace el pensar desde las plantas, a las categorías de identidad y agencia? ¿Y a las de especie y de raza?
A nosotros, por nuestra parte, nos interesa pensar las maneras en que las relaciones entre los humanos y las plantas pueden pensarse a través de una relación que damos por sentado: la del cuidado. ¿Qué tipo de éticas, prácticas y saberes implican cuidar a personas no-humanas? ¿Qué tipo de políticas presuponen el cuidado humano sobre el “mundo natural”? ¿Quién cuida a quién? ¿Puede haber cuidado sin vulnerabilidad? ¿vulnerabilidad sin dominación? ¿Cuál es la especificidad del cuidado vegetal, sin caer en la “infantilización” de las plantas? ¿Qué tipo de mundos abren y cierran las ideas alrededor de la “conservación”? Si cada ser en una relación botánica demanda un saber y un cuidado específico, ¿qué forma toma una “ecología del cuidado”? ¿y cómo incluimos aquí la vulnerabilidad humana?
En nuestra reunión, centramos la conversación alrededor de tres preguntas: aquella por la individualidad en las plantas, su agencia y agenciamiento, y las maneras de pensar composiciones desde una perspectiva ecológica.
Siento que la primera pregunta, acerca de la individualidad de las plantas, es un eje dentro del tipo de pensamiento que tanto las lecturas como este espacio quieren proponer: "Plant thinking" o "pensamiento vegetal". Imaginando la reproducción asexual de las orquídeas, suculentas y la caña de azúcar, jugábamos con la siguiente pregunta: ¿dónde empieza y termina la singularidad de la planta? ¿Es la primera una copia de la segunda? ¿Un "clon"? ¿O tal vez cada cuerpo es una singularidad? Pero si las partes de un cuerpo pueden componer una singularidad (por ejemplo, cuando una nueva planta emerge de la hoja de una suculenta), ¿Dónde dejamos la relación entre la primera y la segunda "copia" o parte? Tal vez la relación que damos por sentada entre los cuerpos compuestos e identidad y singularidad no es tan fácil responder cuando nuestro pensamiento empieza no con los seres humanos sino con las plantas, pues en las plantas cada una de sus partes carga el impulso vital de la singularidad. Siendo así, el modelo de la vida que las plantas plantean es uno donde los 'cuerpos' son acumulaciones de impulsos y determinaciones, siempre múltiples, que en el caso del pensamiento antropocéntrico ha sido olvidado por centrarnos en identidades en relación a cuerpos definidos en su particularidad. De allí entonces, la pregunta por el agenciamiento o la capacidad del hacer mundo se abre de nuevas maneras: no es el actor singular y su libre voluntad las que determinan al mundo, sino las fuerzas de la vida, en un sentido tal vez ecológico, las que componen los entornos habitados y habitables… siendo los cuerpos, como tal, una composición que aquí emerge (y no sus actores singulares).
Lecturas colectivas:
Marder, Michael. Plant-thinking: A philosophy of vegetal life. Columbia University Press, 2013. (Pg 1 - 90)
Lecturas sugeridas:
de la Bellacasa, María Puig. "‘Nothing comes without its world’: thinking with care." The Sociological Review 60.2 (2012): 197-216.